Control De Calidad

Control de calidad (inglés: control de calidad) proviene de la palabra latina contra, su equivalente en inglés es control y se usa para referirse a la gestión de procesos para cumplir con estándares continuos. En consecuencia, el control de calidad significa dominar la calidad tomando precauciones contra situaciones que reducirán la eficacia de la calidad de un proceso. El objetivo principal del control de calidad es garantizar una continuidad efectiva mediante el desarrollo e implementación de los planes necesarios para la producción del producto en los que las expectativas del cliente y los objetivos estratégicos de las empresas puedan cumplirse al nivel más económico. Si el control no se utiliza principalmente en las decisiones de gestión de la calidad, la dirección no puede gestionar la calidad por completo.

 

El control de calidad se basa en el entendimiento de que: Las características del producto elaborado son función del sistema (procesos) que lo produce; En otras palabras, existe una relación "causa-efecto" entre el sistema y el producto. Si se pueden controlar todas las variables y entradas del sistema, también se controlarán las características del producto.

 

Los beneficios esperados del control de calidad son los siguientes:

 

Prevenir la mala calidad en la producción.

Crear un sistema de inspección de calidad rápido y eficaz con costes mínimos.

Detectar cambios inesperados en los productos con antelación y reducir el número de piezas defectuosas

Reducir el tiempo perdido de trabajadores y máquinas y aumentar la producción.